Lo que descubrí en la cuarentena¡
Marzo 2020
Al principio cuando conocí la noticia y se instauró el estado de alarma en nuestra querida España..me asusté, me bloqueé..no daba crédito¡ No puede ser..¡¡ la realidad supera la ficción..hasta pensé que era un mal sueño, el caso es que sentí dentro de mi un txunami de emociones más bien negativas como ira, enfado, agobio, tristeza, desesperanza...en fin, todo ello difícil de asimilar tan deprisa.
Pensé en el significado que la palabra libertad tiene y, desde ese mismo instante, ya empezaba mi añoranza por ella. Deseaba en lo más profundo ser libre para pasear, ver a amigos, para ir al trabajo, para hacer deporte al aire libre, para ir a mi iglesia, para hacer mis recados y un larguísimo etc. En fin, había que acostumbrarse a otro estilo de vida y rápido.
Cuando poco a poco asumí este “estado” que a todos nos incumbe..descubrí que centrarme en lo que sí podía hacer era una auténtica alegría y un aire de especial libertad inundó mi corazón. Empecé a plantearme todas las cosas que podía hacer y dedicar positivamente el tiempo y como saborear ese tiempo.
Gracias de corazón
Buenos días,
Mi nombre es Justina y llevo asistiendo a la Parroquia de Las Rosas desde hace 18 años, momento en el que me casé y me vine de Hortaleza a vivir a Las Rosas.
Aunque no participo activamente en ninguno de los grupos de la parroquia, si que acudo asiduamente a las celebraciones parroquiales, principalmente a las eucaristías y en ocasiones a determinadas oraciones, celebraciones especiales, etc.
Pero bueno, el principal motivo de este correo es expresar mi agradecimiento a todas las personas de la parroquia, a los sacerdotes, a los niños, a los jóvenes, a los adultos... a todas aquellos que habéis hecho posible, a pesar de las circunstancias por el confinamiento, la celebración de la Semana Santa y de la Pascua en comunidad.
¿Dónde está Dios?
Supongo que como yo y ante la situación que estamos atravesando os habéis hecho la misma pregunta: ¿Esto es un castigo?, ¿una prueba? ¿Lo hemos defraudado?, ¿se ha cansado? ¿Como puede dejarnos sufrir así y aparentemente “pasa “de nosotros?
Nos sentimos abandonados, huérfanos y no voy a repetir aquí todos los males que ya conocemos: el dolor de los seres queridos, el sufrimiento, aplausos, mascarillas, guantes, .... miedo. Se nos dice que ya antes habíamos pasado por cosas de este tipo (que a nosotros no nos había tocado vivir) pero eso no consuela; nos habíamos acomodado tanto, estaba todo controlado, nos estábamos olvidando de lo frágiles que somos y ahora esto.
En nuestra sociedad actual somos de respuesta rápida, de causa y efecto. Pero los tiempos de Dios no son los nuestros, la lógica de Dios no es la nuestra y su punto de vista no es el nuestro. No sé si os ha sucedido, pero en cuantas ocasiones te lleva al límite, tienes que lanzarte al abismo con los ojos cerrados y confiar, y no hay más remedio.
¿Si hasta el Señor en la cruz pensó que lo había abandonado? Me niego a tener miedo, miedo al futuro. ¿Qué va a pasar ahora? la economía , el contagio, la enfermedad ... ¿que va a suceder después? Tendremos momentos malos, momentos mejores, momentos de más o menos angustia. Pero creo que nos acompaña su Fuerza y como en otras ocasiones en nuestras vidas hay que lanzarse con los ojos cerrados y confiar. Confiar en nuestra capacidad de recuperación que es muy grande y siempre con Su ayuda.
Que todo esto que estamos pasando no haya sido en vano.
Isi.
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